Las instituciones procuradoras de justicia son el eslabón más débil en la lucha de la violencia contra las mujeres: Dip. Cynthia Delgado
Daniel Pérez González. – Las instituciones procuradoras de justicia han sido, sin lugar a duda, el eslabón más débil en la lucha de la violencia contra las mujeres. Debemos decirlo con claridad: las investigaciones deficientes, la omisión en la atención de denuncias y la negligencia en la aplicación de medidas de protección han costado vidas. Esto no es aceptable, y desde esta tribuna exigimos que se asuma la responsabilidad de manera contundente.
Señaló categórica la diputada Cynthia Citlali Delgado Mendoza, quien agregó que es momento de reconocer que la erradicación de la violencia machista no es una tarea exclusiva del Estado sino un esfuerzo colectivo. “Las familias, las escuelas, las comunidades, los medios de comunicación y, por supuesto, las autoridades, debemos trabajar juntas y juntos para transformar las estructuras que han permitido esta violencia”.
Para combatir la violencia hacia las mujeres la legisladora estableció tres puntos:
Primero, es urgente fortalecer las instituciones de justicia, dotándolas de recursos, capacitación y protocolos claros para atender los casos de violencia de género. Las investigaciones deben ser rigurosas y libres de prejuicios, y las víctimas deben ser atendidas con dignidad y respeto.
Segundo, es fundamental que la educación se convierta en un pilar para desmontar los patrones machistas que aún persisten. Desde las primeras etapas escolares, debemos inculcar valores de igualdad, respeto y resolución pacífica de conflictos.
Tercero, debemos dejar de cargar en las mujeres la responsabilidad de su propia protección. El problema no es que las mujeres no denuncien; el problema es que las denuncias no son atendidas o se quedan en el aire. Las campañas de prevención deben enfocarse en los agresores y en cambiar las narrativas que justifican la violencia.
Finalmente expresó su solidaridad con las familias de las víctimas de feminicidio y de todas las formas de violencia machista. Ninguna palabra puede llenar el vacío que han dejado las pérdidas, pero sí podemos comprometernos a que sus gritos de justicia no sean ignorados.
No podemos permitir que el machismo siga cobrando vidas. Es tiempo de trabajar juntas y juntos, de hacer conciencia de que el machismo no solo mata y violenta a las mujeres, sino que lacera a la sociedad en su conjunto, impidiendo nuestro desarrollo como comunidad.